Somos Joaquín y Celeste de Con Mochila por el Mundo, una pareja viajera recorriendo el mundo de manera muy económica desde hace 10 meses. Estamos escribiéndote éste artículo para contarte qué es HOUSE SITTING y cómo fue nuestra experiencia haciéndolo.
Primero y principal:
¿Qué es House sitting?
House sitting es una plataforma de intercambio.
¿Qué intercambiás? Básicamente, una persona pone a disposición su casa y vos te ofreces a ser una persona responsable por el tiempo que ellos necesiten. Les cuidás la casa y (casi siempre) a su mascota.
Esto no lo hacen porque sean súper generosos: el dueño necesita que alguien se quede en su hogar cuidándolo mientras está de vacaciones. Estas vacaciones pueden ser 3 días, una semana, un mes, y vimos algunos que son por 6 meses (gente que quiere ir a viajar por unos meses. Cómo no se nos ocurrió, ¿no?). Básicamente, te podés encontrar con cualquier cantidad de tiempo, aunque lo habitual son sittings de 10-14 días.
Bueno, nosotros tampoco lo hacemos por amor al arte, sino porque a cambio disfrutamos de estar viviendo en una casa por el tiempo que sea de manera GRATUITA, en lugar de tener que pagar un alojamiento. Imaginate que en vez de pagar 50 dólares la noche en Japón (en el más barato de los casos), te podés quedar un mes sin pagar hotel, solamente cuidando una casa y algún animalito. Bastante idílico, ¿no les parece?
Segundo: ¿Cómo hacés para ser parte de ésta comunidad maravillosa?
La realidad es que hay diferentes plataformas, pero nosotros te vamos a hablar de la que conocemos que es TRUSTED HOUSESITTERS.
Podés bajarte la aplicación al celu o podés ingresar directamente desde la página.
Lo siguiente es REGISTRARTE, sí. Ponés todos tus datos, subí fotos, contá todas las mascotas que tuviste y cuanto amás a los animales (¡sé honesto!) y todo lo responsable que sos.
Una vez que terminás con eso, hay que pagar una cuota anual de 69 dólares. Si ya sé, te dijimos que es gratis, pero la realidad es que es muy barato, sobre todo teniendo en cuenta que lo vas a recuperar después de tu primera experiencia. Volvemos al ejemplo de Japón: una semanita en ese maravilloso país y tu inversión fue mucho más que inteligente.
Ahora que ya estás registrado y tenés todo listo, podés empezar a navegar y ver cuáles son las opciones de lugares y por cuánto tiempo. Cuando encuentres una que te convenza (después de leer el anuncio muy ATENTAMENTE, para saber perfectamente de qué se trata), te postulás: tenés que escribirle un mensaje al dueño, la recomendación nuestra es que no lo hagas genérico, hablá sobre lo que dice el anuncio, que se note que te interesaste por leerlo.
Envías tu postulación y esperás a que el dueño te elija. Éste tiene un periodo de 3 días para contestar, ya sea aceptándote o rechazándote. Trata de estar atento por si te llega a mandar un mensaje.
El anuncio te va a dar toda la información que necesitás saber sobre la tarea: como te dijimos antes, la locación, cuánto tiempo vas a tener que estar (acordate que no te vas a poder ir antes de que vuelvan los dueños en ningún caso), y qué tipo de animal tenés que cuidar. A esto sumale que te van a indicar qué tipo de cuidados esperan para su casa y su mascota.
Tené en cuenta que una vez que seas elegido, te hacés responsable por todo lo que pase con la casa y con la mascota. Así que lee TODO, no vaya a ser que cuando llegás te enterás de que tenés que darle de comer a la pitón ratoncitos vivos y quieras salir corriendo antes de cruzar la puerta (no se preocupen, los animales a cuidar suelen ser gatos y perros, pero uno nunca sabe).
Tercero: ¿Cómo hacer para que te elijan?
Al principio suele ser difícil, porque es bastante importante tener experiencia y referencias de otros usuarios. Si es tu primera vez, es primordial que completes tu perfil adecuadamente. O sea, no dejes nada en blanco, subí fotos con todas las mascotas que hayas tenido e incluso con las de tus amigos, y sobre todo procurá ser convincente sobre por qué sos la persona idónea para ése trabajo. Nosotros además de todo eso, ofrecemos acceso a nuestras redes sociales para que sientan que pueden conocernos un poco mejor.
Algo que te puede ayudar al principio, es postularte a los anuncios que son por pocos días. De ésta forma, es un poco más fácil ir acumulando experiencia para poder ir después a lo grande. Para los dueños es más fácil confiarle su casa a alguien que no lo hizo nunca, si sólo va a estar lejos por pocos días. En cambio, los sittings más largos, suelen esperar que sean personas en las que realmente puedan confiar, esto quiere decir que tengan muchas REFERENCIAS. En general cuanto más largo es el sitting publicado, más codiciado es por las personas que van a postularse: va a haber más candidatos y, por lo tanto, más competencia.
Cuarto: ¿En qué lugares del mundo puedo hacer House sitting?
La realidad es que en todo el mundo podés hacerlo, pero hay zonas que son mucho más populares, o que es mucho más común que las personas utilicen estas plataformas.
Los lugares más comunes suelen ser: Australia, Estados Unidos, Inglaterra, Nueva Zelanda, Irlanda y Canadá.
Los que aparecen pero con menos frecuencia: Japón, Tailandia, España, Italia, Dubai.
NUESTRA EXPERIENCIA:
En nuestro caso, la primera vez que nos postulamos (y en realidad varias más) nos rechazaron. Era un House sitting en Singapur por un mes. Era un país que no sabíamos si íbamos a poder visitar por más de 3 días porque es bastante caro, el alojamiento cuesta algo así como 20 dólares la noche por persona (lo más barato) así que estábamos bastante entusiasmados. Fue toda una desilusión cuando recibimos el primer no.
Al poco tiempo salió otro, y obvio que nos tiramos de cabeza, sin sentirnos ni un poco amedrentados por el anterior rechazo. Esta vez era por 45 días y había que cuidar un Shitzu. Tuvimos la buena suerte que también era la 1° vez de la dueña, cuando vio nuestro perfil, nuestras fotos, nuestras redes sociales, ¡NOS ACEPTÓ!
Además de todo, nos ofrecimos a ir unos días antes para que nos conozca y viera como era la química con su mascota. El resultado: La química fue INCREÍBLE. Con el perrito, Patch, que era lo más dulce y obediente del mundo, y también con las dueñas. No solo nos abrieron las puertas de su casa, sino que nos regalaron cosas, nos ayudaron a orientarnos en la ciudad. Dejaron sus tarjetas para el transporte para que de esa manera pudiéramos viajar más barato.
La casa era hermosa, fue súper fácil cuidarla porque todo estaba impecable. Eran muy meticulosas y nos dejaron una guía detallada de todos los cuidados que debíamos tener y cómo hacerlo. Dónde estaba todo ubicado, como cuidar a Patch y todos los números de emergencia.
Para nosotros la experiencia fue increíble, más allá de los regalos o lo lindo de la casa, todo fue un placer. Nos sentimos muy cómodos en todo momento y a la altura del “desafío”. Después de viajar durante mucho tiempo y dormir en hostels y habitaciones pequeñas, contar con todas las comodidades de una casa es algo que se valora muchísimo.
Hacer House sitting permite, además, conocer los lugares desde otro lugar: estábamos en un barrio lleno de singapurenses, hacíamos gimnasia con ellos, nos cruzábamos con ellos y sus perros cuando paseábamos con Patch y también íbamos al mercado del barrio para poder cocinarnos.
El único problema que tuvimos, para serles sinceros, es que cada vez que salíamos queríamos volver rápido para estar con Patch. Hoy sabemos que tenemos nuevos amigos en Singapur, y un sobrino perruno que llevamos en nuestro corazón.
Si quieren escuchar estas experiencias, pueden hacerlo en nuestro Podcast donde contamos estas experiencias y mucho más! Los esperamos!
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